CORRUPCION EN EL SIS… REFLEJO DEL SISTEMA POLITICO GUBERNAMENTAL
En estos últimos tiempos estamos siendo espectadores de grandes escándalos y escandaletes dentro del aparato gubernamental que ni los clásicos y más efectivos psicosociales pueden hacer que los pasemos desapercibidos. Tenemos a la luz pública el escándalo en el Ministerio de Salud con el caso de las ambulancias y que le costo la cabeza al titular del portafolio, por su responsabilidad política. Luego, el caso de la compra de adquisición de los patrulleros, que también hizo rodar la cabeza de la Dra. Mazzetti; posteriormente, y ya con el actual ministro, el caso de la sobrevaluación de los pertrechos militares para el uso de la Policía Nacional. Ayer nomás acaba de denunciar el Ministro de la Producción otro caso de corrupción en este sector. Y así, escándalos tras escándalos, tumbos tras tumbos el gobierno ha venido asumiendo responsabilidades que ya los ciudadanos empiezan a ver con recelo y suspicacia en el accionar de ciertos funcionarios del estado. Pero entre los escándalos, uno que llamó la atención sobremanera por su magnitud y alto grado de corrupción, sin pretender decir que los demás lo sean menos, fue la adquisición que se hizo en el Seguro Integral de Salud, que, como dicen algunos, Alibabá y sus cuarentas ladrones quedaron chiquitos frente a tamaña majadería y latrocinio descarado con que actuaron los responsables y quienes están involucrados directa e indirectamente en este malsano accionar. ¿Qué cosa creen o qué se han creído estos sinvergüenzas, (que nos disculpen nuestros lectores por estos despectivos epítetos, que expresamos enérgicamente), que pretenden engatusar al Perú entero, con justificaciones pueriles y mentiras que lindan con la mitomanía y la cleptocracia? Hemos sido testigos de las versiones del responsable del SIS, cuando fue interrogado por la Comisión de Fiscalización del Congreso; sinceramente se pudo observar el cinismo y el desparpajo con que responde este alto funcionario, aduciendo que su firma fue falsificado por los funcionarios inferiores a él en rango de responsabilidad. Es decir, que en tal magnitud de adquisición el jefe del programa sabía nada. ¿Se le puede creer?, como dicen en mi tierra “que le crea huapa”. Ligado a este escándalo, hay otro, y es que muchos se preguntan: ¿Cómo el MEF pudo autorizar este desembolso sin previa sustentación, si cuando un sector trata de pedir ampliación presupuestaria le ponen mil obstáculos?.Son interrogantes que deben ser respondidos y de encontrar a los responsables la ciudadanía exige drásticas sanciones para estos hombres que no hacen patria y ni siquiera tienen un ápice de altruismo y de solidaridad con los hermanos que sufren las consecuencias del pasado terremoto. En otras partes, de encontrarlos responsables, ya los hubieran sentenciado a la pena capital. Para el bien de ellos y para el bien de nuestra conciencia, felizmente acá no existe la pena de muerte. Sin embargo, no dejamos de condenar estos execrables hechos que sólo nos desprestigian como peruanos y crean más desconcierto en nuestra sociedad que experimenta una débil y mal llamada democracia. Corroboramos lo que pensamos, aquí no sólo es el problema del SIS sino que va más allá, es el problema de nuestro SIStema político-gubernamental. AMEN.
FELIPE SANCHEZ RAMIREZ
Reg. Gremial Nº 8316 ANP
Iquitos 02 de octubre de 2007
En estos últimos tiempos estamos siendo espectadores de grandes escándalos y escandaletes dentro del aparato gubernamental que ni los clásicos y más efectivos psicosociales pueden hacer que los pasemos desapercibidos. Tenemos a la luz pública el escándalo en el Ministerio de Salud con el caso de las ambulancias y que le costo la cabeza al titular del portafolio, por su responsabilidad política. Luego, el caso de la compra de adquisición de los patrulleros, que también hizo rodar la cabeza de la Dra. Mazzetti; posteriormente, y ya con el actual ministro, el caso de la sobrevaluación de los pertrechos militares para el uso de la Policía Nacional. Ayer nomás acaba de denunciar el Ministro de la Producción otro caso de corrupción en este sector. Y así, escándalos tras escándalos, tumbos tras tumbos el gobierno ha venido asumiendo responsabilidades que ya los ciudadanos empiezan a ver con recelo y suspicacia en el accionar de ciertos funcionarios del estado. Pero entre los escándalos, uno que llamó la atención sobremanera por su magnitud y alto grado de corrupción, sin pretender decir que los demás lo sean menos, fue la adquisición que se hizo en el Seguro Integral de Salud, que, como dicen algunos, Alibabá y sus cuarentas ladrones quedaron chiquitos frente a tamaña majadería y latrocinio descarado con que actuaron los responsables y quienes están involucrados directa e indirectamente en este malsano accionar. ¿Qué cosa creen o qué se han creído estos sinvergüenzas, (que nos disculpen nuestros lectores por estos despectivos epítetos, que expresamos enérgicamente), que pretenden engatusar al Perú entero, con justificaciones pueriles y mentiras que lindan con la mitomanía y la cleptocracia? Hemos sido testigos de las versiones del responsable del SIS, cuando fue interrogado por la Comisión de Fiscalización del Congreso; sinceramente se pudo observar el cinismo y el desparpajo con que responde este alto funcionario, aduciendo que su firma fue falsificado por los funcionarios inferiores a él en rango de responsabilidad. Es decir, que en tal magnitud de adquisición el jefe del programa sabía nada. ¿Se le puede creer?, como dicen en mi tierra “que le crea huapa”. Ligado a este escándalo, hay otro, y es que muchos se preguntan: ¿Cómo el MEF pudo autorizar este desembolso sin previa sustentación, si cuando un sector trata de pedir ampliación presupuestaria le ponen mil obstáculos?.Son interrogantes que deben ser respondidos y de encontrar a los responsables la ciudadanía exige drásticas sanciones para estos hombres que no hacen patria y ni siquiera tienen un ápice de altruismo y de solidaridad con los hermanos que sufren las consecuencias del pasado terremoto. En otras partes, de encontrarlos responsables, ya los hubieran sentenciado a la pena capital. Para el bien de ellos y para el bien de nuestra conciencia, felizmente acá no existe la pena de muerte. Sin embargo, no dejamos de condenar estos execrables hechos que sólo nos desprestigian como peruanos y crean más desconcierto en nuestra sociedad que experimenta una débil y mal llamada democracia. Corroboramos lo que pensamos, aquí no sólo es el problema del SIS sino que va más allá, es el problema de nuestro SIStema político-gubernamental. AMEN.
FELIPE SANCHEZ RAMIREZ
Reg. Gremial Nº 8316 ANP
Iquitos 02 de octubre de 2007
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