miércoles, 26 de septiembre de 2007

¿FUJIMORI REGRESÓ? ¡NO! LO EXTRADITARON

Como dice la canción: “todos vuelven a la casa donde nacieron… Donde acaso floreció más de un amor…” Claro, quizás no sea precisamente el caso de Alberto Fujimori, pues todos sabemos que él no nació en el Perú sino en el país del Oriente, sin embargo, es aquí donde floreció el amor entre él y el más maquiavélico, conspicuo, intrigante y corrupto asesor de la historia peruana, Vladimiro Montesinos, cuyo romance se terminó y hoy se mueve entre el eros y el thanatos (el amor y la muerte), como se suele decir en el argot freudiano. Esta vez, sabiendo ya certeramente, que él no nació en el territorio peruano, no regresó, ni vino a nuestra patria por motus proprio (propia voluntad), sino por efecto de la extradición. El termino extradición, para conocimiento de propios y extraños a esta situación, se deriva de dos raíces latinas: EX.- que significa salida, negación, fuera; y, TRADERE, TRADIUM: que es igual a entregar, tradición, extradición, traidores. Pero más propiamente, la palabra extradición tiene su origen en las voces latinas, EX: que quiere decir fuera de; y, TRADITIO: que significa entrega. Esto es, la extradición es la entrega de un reo a un gobierno extranjero que lo reclama, en este caso el Perú a Chile, porque el delito se cometió en nuestra patria. Por lo general se lo aplica para perseguir a los delincuentes comunes, sin descartar su aplicación con fines de persecución política. A modo de resumen, la extradición significa negar la estadía de un delincuente y sacarlo de un país para entregarlo a otro que lo reclama, para sancionarlo bajo sus propias leyes o bajo el imperio de la Ley. Entendido así, entonces, podemos colegir que Fujimori no regreso por sus propia voluntad para hacer sus descargos, como muchos hubieran querido que así fuera, sino que fue extraditado por las graves acusaciones que la justicia peruana lo ha imputado, no sólo en los ilícitos penales de corrupción, sino que, además, más grave aún, es acusado de ser autor de crímenes de lesa humanidad en la muerte de personas tanto en La Cantuta como los Barrios Altos. Se denomina crimen de lesa humanidad o contra la humanidad, según lo establecido por el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, a las conductas tipificadas como asesinato, exterminio, deportación o desplazamiento forzoso, encarcelación, tortura, violación, prostitución forzada, esterilización forzada, persecución por motivos políticos, religiosos, ideológicos, raciales, étnicos u otros definidos expresamente, desaparición forzada o cualesquiera actos inhumanos que causen graves sufrimientos o atenten contra la salud mental o física de quien los sufre, siempre que dichas conductas se cometan como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque. Por eso que crimen de lesa humanidad aluda a un crimen que ofende, agravia, injuria a la humanidad en su conjunto. Por su parte, Fujimori manifiesta que ha llegado la hora que escuchar su verdad, pero de qué verdad habla cuando esperó machismo tiempo para hacerlo; o es que esperaba que prescribiera el delito. No creemos que sea tan iluso, pues todos sabemos, hasta el principiante en Derecho, que los crímenes de lesa humanidad son imprescriptibles, precisamente por su naturaleza. Ojo, No es el primer caso que se da en el mundo, no olvidemos que después de la Segunda Guerra Mundial, en el Juicio de Nuremberg, en los que se determinó y sancionó las responsabilidades de dirigentes, funcionarios y colaboradores con el régimen nacionalsocialista de Adolfo Hitler en los diferentes crímenes y abusos cometidos en nombre del III Reich alemán a partir del 1 de septiembre de 1939, y que sirvió posteriormente como jurisprudencia específica a las Naciones Unidas en materia de crímenes de lesa humanidad. Aunque muchos entendidos en la materia, están aludiendo que este precedente servirá como jurisprudencia en los demás crímenes que aún se han quedado sin resolver, como es el caso de la matanza del Frontón en el primer gobierno del Dr. Alan García Pérez, toda vez que hasta la fecha no se dio con los verdaderos responsables intelectuales de este execrable crimen. Consideramos que debe haber una sanción ejemplar para todos aquellos que están inmersos en estos tipos de delitos, previa comprobación fehaciente de su responsabilidad, porque nadie debe quedar impune cuando se violan los derechos más fundamentales de la persona humana, que es la razón de ser de nuestra sociedad, menos aún cuando se supone que vivimos en una sociedad más humanizada y humanizarte. AMEN
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FELIPE SANCHEZ RAMIREZ
Reg. Gremial Nº 8316 ANP
Iquitos 26 de septiembre de 2007